Las células madre mesenquimales (MSC) se caracterizan como células estromales multipotentes con capacidad tanto para la autorrenovación como para la diferenciación en linajes de células mesodérmicas. Las MSC también tienen un fenotipo similar a los fibroblastos y se pueden aislar de varios tejidos. En los últimos años, los investigadores han descubierto que las MSC secretan varios factores solubles que ejercen efectos inmunosupresores al modular las respuestas inmunitarias tanto innatas (macrófagos, células dendríticas y NK) como adaptativas (células B y células T CD4+ y CD8+). Las MSC tienen el potencial de proporcionar un tratamiento eficaz para una amplia gama de enfermedades y se pueden usar en varias aplicaciones en medicina regenerativa, como la reparación de tejidos y la administración de genes. Además, las MSC estuvieron entre las primeras células madre que se introdujeron en la práctica clínica. Curiosamente, estas células pueden modular la respuesta inmunitaria al inhibir la maduración/diferenciación de las células dendríticas y al suprimir la activación y/o función de los linfocitos T y B y las células NK en varias enfermedades autoinmunes e inflamatorias. Tanto el cordón umbilical como el tejido adiposo pueden proporcionar una interesante fuente alternativa de MSC debido a su eficiente potencial de expansión y diferenciación. Además, el proceso de obtención de estas células es menos invasivo en comparación con la aspiración de médula ósea clásica. MSC y propiedades inmunorreguladoras Las MSC se consideran "inmunológicamente privilegiadas", ya que expresan un complemento relativamente pequeño de la moléculas que se requieren para activar completamente las células T. Estas células tienen una expresión reducida del complejo principal de histocompatibilidad (MHC) de clase I y II.