Las células estromales multipotentes o células madre mesenquimales (MSC) son células madre no hematopoyéticas adherentes adultas que fueron aisladas por primera vez por Friedenstein et al. en 1970 a partir del estroma de la médula ósea caracterizado por una autorrenovación a largo plazo [1]. En los últimos años, estas células se han aislado de varios tejidos posnatales, incluidos la médula ósea, la placenta, la pulpa dental, la piel, el tejido adiposo, el sistema nervioso y el riñón. Las MSC tienen el potencial de proporcionar un tratamiento eficaz para una amplia gama de enfermedades. Y se puede utilizar en varias aplicaciones en medicina regenerativa, como la reparación de tejidos y la administración de genes. Además, las MSC estuvieron entre las primeras células madre que se introdujeron en la práctica clínica. Curiosamente, estas células pueden modular la respuesta inmunitaria al inhibir la maduración/diferenciación de las células dendríticas y al suprimir la activación y/o función de los linfocitos T y B y las células NK en varias enfermedades autoinmunes e inflamatorias. En los últimos años, Las MSC aisladas de la médula ósea, el tejido adiposo y el tejido del cordón umbilical se han utilizado como fuentes principales para la regeneración de tejidos o la terapia celular, y se han explorado sus efectos reguladores inmunitarios [6, 7]. Curiosamente, tanto el cordón umbilical como el tejido adiposo pueden proporcionar una fuente alternativa interesante de MSC debido a su potencial eficiente de expansión y diferenciación. Además, el proceso de obtención de estas células es menos invasivo en comparación con la aspiración de médula ósea clásica. En los últimos años, las MSC se han estudiado ampliamente por su potencial para proporcionar un tratamiento eficaz para varios procesos inflamatorios, enfermedades autoinmunes y para promover a largo plazo. Supervivencia en el trasplante de órganos.